jueves, 15 de mayo de 2014



El gato en el antiguo Egipto.

Hola a todos/as hoy voy a hablaros sobre un animal doméstico que todos conocemos el gato ese felino que convive con el hombre pero a su vez tiene aún su aura de misterio y un poco de independencia en su relación con los humanos viendo un documental sobre el Antiguo Egipto en el cual se detallaba que habían encontrado momias gatunas me picó al curiosidad por saber un poquito más sobre estos magníficos animales y su vida en el Egipto de los Faraones donde eran considerado como sagrados.

Los antiguos egipcios usaban para llamar al gato la onomatopeya <<miou>>, se cree que la domesticación del gato tuvo lugar en Egipto durante el 3º milenio a.C. Se convirtió en un animal de compañía apreciado por su dulzura, su gracia y su indolencia, pero el gato es sobre todo un animal protector. Al cazar pequeños roedores, protege los silos donde los egipcios guardan sus cosechas, recurso vital de este pueblo de agricultores. Al cazar ratas, el gato elimina un vector de enfermedades graves (como la peste). Además al cazar serpientes, hace más seguros los alrededores de los hogares próximos a donde establece su territorio.

En las cortes de Egipto el gato era idolatrado. Aunque en esa época el gato no estaba totalmente domesticado se mostraba al menos dócil y con el paso del tiempo incluso se dejaba acariciar.

La primera consagración del gato tuvo lugar con la diosa Bastet, símbolo de la fecundidad y la belleza, se representó con cabeza de gato. La diosa simbolizaba la luz, el calor y la energía solar, pero también, debido a sus rasgos felinos, representaba el misterio, la noche y la luna. Además, se pensaba que ayudaba a la fecundidad de los hombres y animales, que curaba enfermedades y velaba las almas de los muertos. Así se puede entender que las leyes del Faraón impusieran una protección rigurosa para los gatos. Quien matara aun gato se arriesgaba a la pena de muerte. El culto y la preocupación por el bienestar del gato se trasmitía de padre a hijo. Los funerales de los gatos se colmaban de todos los honores de estado y la familia a la que pertenecía guardaba luto y se afeitaban las cejas. El respecto de los egipcios por los gatos se demostró en el año 525 a.C. , cuando los persas asediaban Pelusio en vano Cambises II tuvo entonces la idea de atar gatos en los escudos de los 600 soldados. Los egipcios no se atrevieron a contraatacar por miedo a herir a los gatos, por lo que la ciudad cayó en manos del inversor persa.

En 1890, se descubrieron en Tell Basta, en otro tiempo capital de Egipto, más de 300.000 momias de gatos. Estaban aún guardadas en sus pequeños cofres de madera esculpida. Los cuerpos estaban envueltos en bandas de colores ricos y variados, y tenían la cara cubierta con una máscara sobre la que se podía distinguir el hocico, los ojos, las orejas y los bigotes.
Estatua de Bastet, imagen de wikipedia.

Gato momificado. Imagen de Wikipedia.

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